Singularidades Técnicas en la Sinfonía nº 6, "Clanivers Teo"
I.- Nivaria
II.- Tacande - Canción de Cuna - Tacande
III.- Achinech
• Obra encargo de la Orquesta Sinfónica de
Tenerife, para la celebración del 150º Aniversario de Teobaldo Power (CL Anivers Teo)
- Estreno Nacional: Auditorio Teobaldo Power,
La Orotava. Tenerife
- Estreno internacional: Culturgest. Expo-98.
Lisboa
• Es igualmente interesante para el
conocimiento de las distintas versiones de la obra, recurrir a los vídeos de:
- Orquesta Sinfónica de Galicia: Vídeo
- Orquesta Sinfónica de la RTV Moldava: Vídeo
• Grabación discográfica: CD: E-032 –
Ediciones Quiroga, Madrid , 1999
• Programaciones
principales de la obra:
Orquesta de la RTV Rumana, dir. Cornelio Dumbraveanu
Orquesta Sinfónica de Tenerife, dir, Víctor Pablo
Orquesta Nacional Moldava,
dir. Valentin Doni
Orquesta Filarmónica de Bacau, dir. Ovidiu Balan
Orquesta
Sinfónica de Galicia, dir. Víctor Pablo
Orquesta de la RTV Moldava, dir.
Gheorge Mustea
Audición (OST), en vídeo con partitura: Vídeo
INTRODUCCIÓN
• Expondremos
fragmentos de las Sinfonías en los que los elementos motívicos y la subsiguiente creación de micro-estructuras, como es
pertinente, se complementa con su inserción en una adecuada estructura formal
que albergue y dé sentido a un discurso cuya estrategia permita, entre
fluctuaciones de aproximación y distanciamiento a las espectastivas del
receptor, el aumento de incertidumbre, lo que supondrá un incremento en
la cantidad de información a transmitir. Y todo ello, con la escalística
seleccionada* por haber sido considerada como idónea
para la generación de la constante interválica deseada, que
independientemente de que se esté interesado, o no, en ella, se va a
producir. Son cuatro importantes conceptos que nos permitirán con mayor
perspicuidad, el dar cauce al canon estilístico con el que pretendamos
definir nuestra posición estética.
*De entre las 1.785 escalas practicables en el sistema temperado.
• En
mis ocho Sinfonías han estado presentes estos cuatro elementos:
escalísticos, motívicos, de micro-organización interna y formales*. La Primera, Segunda y Tercera Sinfonías, centraban sus técnicas de organización y control en las relaciones acórdico-escalísticas de la Armonía en el Ciclo Cerrado de Cuartas y de la Escalística en Variantes de Base, presentando distintas opciones formales. La estructura formal Adbec aparece plenamente en la Cuarta Sinfonía,
en la que su aplicación fue textual precisamente por tratarse de una
sucesión
estricta, lo que correspondía al espíritu neo-minimalista que deseaba
manifestar excepcionalmente en ese momento, tal y como se evidencia en
su estudio; la repercusión de esta sinfonía en mi catálogo fue que la experiencia
de su composición supuso un giro muy ostensible, y ello dejó una huella tangible en
las organizaciones contrapuntísticas que le siguieron, aunque
distanciadas ya de su propuesta formal y de su estética neo-mínimal. De
modo que en la Sexta Sinfonía y, por extensión, en la Séptima y Octava, junto a las técnicas armónico-contrapuntísticas ya citadas, sigue concretándose el Adbec aunque ya no tratado como estructura final, pues verá perturbada su disposición
de acuerdo a las características de la materia resultante que genera su
propia aplicación. A este respecto, la Quinta Sinfonía ocupa un lugar muy relevante por tratarse de la transición y puente entre ellas, recibiendo y proyectando parte de las reflexiones de una y otras.
*Como
fue en el pasado y se nos transmitió a través de las obras de los
grandes maestros, cuyas escalas, control armónico, construcciones
contrapuntísticas y organizaciones formales, fueron capaces de atravesar
las distintas corrientes estéticas, gracias a la creatividad y
discernimiento de sus creadores para aplicar las innovaciones precisas
que permitieran el afloramiento de nuevos cánones estilísticos y, con
ello, que los cambios necesarios se produjeran. La evolución no precisa
del abandono de las técnicas, sino su adecuada transformación que
facilite nuevas prestaciones en la obtención de renovados planteamientos
estéticos. La renuncia a la aplicación de estos controles de organización solo puede
atribuirse a una mala digestión de las vanguardias históricas.
• Todos los ejemplos expuestos tienen como objetivo el mostrar de forma muy detallada
las aplicaciones de las técnicas empleadas y su adecuación a situaciones
diversas, pero en donde el canon estilístico y la ideación del discurso han
sido siempre privativos del compositor, pues ninguna técnica, sistema armónico,
escalístico o formal, puede garantizar, por sí misma, unos mínimos resultados
que avalen la bondad de la creación musical resultante de su aplicación, pero
es una importante herramienta con la que puede contar el compositor, capaz de
coadyuvar a la consecución de una efectiva organización y control de su
discurso (de la Introducción de Lêpsis, vol I).
* * *
*
ELEMENTOS MOTÍVICOS: 1er Esquema
• El
material presentado, parte del El Arrorró*, Canción de Cuna recogida por Teobaldo Power en los Cantos
Canarios, y por atomización de elementos característicos y su posterior
adaptación a través de procesos de yuxtaposición, transporte, amplificación y
reducción (indicaciones y pentagramas intermedios), se obtienen las células
motívicas m1, m2, m3, m4, (2º
pentagrama) y m5 (1er pentagrama), que mediante
recurrencias textuales y de sus derivados (3er pentagrama), se constituirán en elementos generadores y de
cohesión de la obra, como se ejemplifica en la orquestación de este pasaje:
*Veintiséis
años después del estreno de mi Sexta Sinfonía, se convertiría en el Himno del Archipiélago Canario (Ley 20/2003).
Nota: Prescindo del do# del penúltimo compás en favor del do natural,
pues así es como solían cantarla las madres a sus hijos, y así es como me la cantaron a mí.
Nota: CD: E-032 [5] 1’55”: Alude
a la referencia discográfica del CD, EMEC (E-032),
corte (aquí, el 5º) y momento en el que se inicia el audio
del ejemplo.
ELEMENTOS MOTÍVICOS: 2º Esquema
• Podemos observar las
diferencias entre los dos esquemas sinópticos de partida que exponemos, a
efectos de la percepción posterior. El primero tomaba como elemento
generador un material conocido, que tendrá en la obra una especial
relevancia, como es la línea de la Cita. Mientras que este segundo esquema
parte de un material que hasta entonces era desconocido (voz del bajo),
y se manifestará en la obra con menor relevancia:
LA ESCALÍSTICA
• La escala seleccionada para obtener la constante interválica deseada, ha sido la de Mi6* [Mi,fa, sol,la#,do#,re#, (mi)]. Tomemos dos fragmentos ejemplificadores del tiempo
central, en donde observar cómo se mantienen de forma muy significativa las notas propias de la escala, con escasísima participación de notas ajenas a ella (+), como paso, apoyatura, …
*Con
exposición completa en La Escalística en Variantes de Base, en mi tratado Lêpsis, vol. I, o también simplificado y
esquemático, en el Epítome II de este blog.
… pero,
lógicamente, en ocasiones se necesita una mayor participación de dichas notas ajenas a la escala
de partida con el fin de realizar pasajes más cromáticos, como ocurre en este otro ejemplo con los
violines, o también en fragmentos más o menos amplios en los que se implica a la totalidad de los intervinientes, y en estos casos podemos recurrir a una de sus posibles escalas
envolventes, como aquí la 9a55/128(1) [Mi,fa,sol,la,la#,do,do#,re,re#,(mi)],
que contiene a la de Mi6 como integrada, y de este modo evitar el
cromatismo incontrolado que resultaría de optar por una elección
aleatoria. En este caso su presencia no sería tan evidente por tratarse de un paso muy fugaz, pero en pasajes más amplios y en los que la implicación en las distintas voces es total, acaba por consolidar la nueva constante armónica elegida como opción subsidiaria(2), manteniéndose coherente a lo largo de toda su extensión.
1Con exposición completa en mi tratado Lêpsis, vol. I, Tabla Programática de Escalas (pág. 427-509); o también una idea simplificada y
esquemática, en el Epítome I de este blog. 2Dicha elección debe ser meditada, con el conocimiento de cuáles son las constantes interválicas posibilitadas por cada modo. Por ejemplo, aquí, y teniendo en cuenta que estos indicadores interválicos avanzan progresivamente de 2ªm a tritono, su participación (%) en un fragmento será: Mi6 [13,3/20/27,9/13,3/13,3/13,3], y en 9a55/128 [16,7/19,4/19,4/16,7/19,4/8,3]. Lêpsis vol I: Tabla Programática de Escalas, pág. 427-509.
ESTRUCTURA FORMAL
MICRO-ESTRUCTURA INTERNA
• En cuanto a los aspectos formales, y tomando dos de los ejemplos del primer esquema,
podemos contemplar un pasaje en el que para la creación de los módulos
intermedios (m.i., con trazo discontinuo, parte inferior), comp. 44, 46 y 48,
se ha recurrido a la obtención
de material extraído por inversión libre (i.l.) de los dos primeros tiempos
(1ª mitad) de los módulos base (m.b., con trazo continuo, parte inferior) que
les siguen (1º y 2º tiempos de los comp. 45, 47 y 49) para la elaboración de
su primera mitad (1º y 2º tiempos de los comp. 44, 46 y 48), e igualmente, por
inversión libre (i.l.), de los dos últimos tiempos (2ª mitad) de los que les
preceden (3º y 4º tiempos de los comp. 43, 45 y 47) para completar su segunda
mitad (3º y 4º tiempos de los comp. 44, 46 y 48). Proceso sugerido por la
relación de homotecia de una cuaterna armónica*:
*Idea sugerida por las analogías posibles con la cuaterna
armónica.
Los resultados avalan la eficacia de lo que fue tan solo una sugerencia.
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Ejemplo anterior (frag.)
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Su aplicación posterior a algunas de mis obras fue debida, como
ya argumenté a lo largo de todo mi Tratado [Lêpsis, vol, I y II], a sus consecuencias
técnicas de respuesta estrictamente musical, y no porque fuera valorada
como propiedad transferible entre lo que son campos inmiscibles; en realidad tan sólo había sido una
sugerencia indirecta que sin embargo se manifestó como muy eficaz. Se puede afirmar que: Los centros de dos
circunferencias y los dos centros de homotecia que las relacionan, forman una
cuaterna armónica. Siendo T y T’ los centros de las circunferencias, y A y
A’ los centros de homotecia directa e inversa, se cumple que
(TT’A) = AT/AT’ = r/r’, y que (TT’A’) = A’T/A’T’ = - r/r’; luego (TT’AA’) =
(TT’A)/(TT’A’) = -1, por lo que la cuaterna T, T’, A, A’, se define en
matemáticas como armónica. La correspondencia sugerida es que, en la
partitura, las relaciones Tesis (T y T’) y Arsis (A y A’) como centros de
homotecia (la estructura es en Adbec) directa e inversa, se sucedan a lo
largo de todo un fragmento.
MACRO-FORMA
• La utilización de la Estructura Formal Adbec [(a,b,c)(a,d,b,e,c)(a,f,d,g,b,h,e,i,c)…]1 trata de una organización de amplio espectro que brinda una eficaz fórmula musical2, en donde el material generado puede ser aplicado directamente
como estructura Adbec textual para el futuro esquema formal, o bien
optar por su aplicación a cualquier otra forma, tradicional o no, juzgada como
más adecuada para las características concretas de los fragmentos obtenidos
hasta ese momento con el Adbec como generador de materia; o, como es muy
frecuente, optando por fórmulas intermedias o derivadas, como las técnicas de
desarrollo.
En cualquier caso, la cohesión y coherencia final de un
fragmento deberá ser cuestión insoslayable y consustancial a su propia
esencia, al igual que ocurre con todo discurso musical sea cual fuere su
proceso de partida.
1Con exposición completa en mi tratado Lêpsis, vol. I, Estructura Formal Adbec; o también una idea simplificada y
esquemática, en el Epítome IV de este blog. 2Como generalización propia de la fórmula
musical (ejemplo: la fórmula Sonata), aunque siempre a efectos orientativos
para su aplicación y consecución final de la forma de una determinada obra en particular
(ejemplo: la forma concreta de la Sonata nº 8 de Beethoven).
• II Movimiento: Así, el fragmento con el que ejemplificamos esta estructura formal, trata de un Adbec por inversión,
en el que las secciones V y IV se encuentran en el mismo movimiento, pero muy
distanciadas entre sí (primera y última parte del Movimiento, mediando 115
compases) con carácter parcialmente reexpositivo.
Secc.V: ...,18,36,9,37,19, ... comp. 98-102
Secc.IV: .......,18,9,19, ........ comp. 217-219
Presenta además células que personalizan
y crean un nexo de unión a lo largo del discurso: los elementos m (vl
I y II, fl, tt), n (vl I y II) y su retrogradación nr (vl I),
serán reexpuestos con mayor o menor textualidad a lo largo de la primera y
última parte del II Movimiento.
• III Movimiento: En este caso es un Adbec directo, en el que ambas secciones, I y II, se encuentran también en el
mismo movimiento pero, por contra, sucediéndose de inmediato como
desarrollo del material precedente.
Secc.I: 3,4,5,
...... comp. 257-259
Secc.II: 3,9,4,10,5 .. comp. 265-269
Aquí las células que operarán además como elementos de cohesión serán: o (vl I), p (vc, tp, fg)
y q (vl II), yuxtapuesto, dentro de la misma sección, a otro fragmento
que sigue con, o (cl), p (vc, tp, fg) y q (cl).
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