Singularidades Técnicas en la Sinfonía nº 4, "El Laberinto de Lorna"
I.- Tamis du Verre
II.- Polyèdre de Tu m'
III.- Matrice d'Eros
- Obra encargo del Centro para la
Difusión de la Música Contemporánea, para la celebración del 750º Aniversario
de la capitalidad de la Ciudad de Alicante.
- Estreno absoluto: Orquesta Nacional de
España, en el Castillo de Santa Bárbara. Festival Internacional de Música
Contemporánea de Alicante, 1990.
- Programaciones principales de la obra:
Orquesta Filarmónica de Timisoara, dir.
Remus Georgescu
Orquesta Municipal de Valencia, dir.
Manuel Galduf
Orquesta Nacional de España, dir. José
Luis Temes
Orquesta Sinfónica de
Tenerife, dir. Gilbert Varga.
- Publicación: EMEC, P:
E00227, Ediciones Quiroga. Madrid, 1990.
Audición en vídeo con
partitura: Vídeo
INTRODUCCIÓN
• Expondremos
fragmentos de las Sinfonías en los que los elementos motívicos y la subsiguiente creación de micro-estructuras, como es
pertinente, se complementa con su inserción en una adecuada estructura formal
que albergue y dé sentido a un discurso cuya estrategia permita, entre
fluctuaciones de aproximación y distanciamiento a las espectastivas del
receptor, el aumento de incertidumbre, lo que supondrá un incremento en
la cantidad de información a transmitir. Y todo ello, con la escalística
seleccionada* por haber sido considerada como idónea
para la generación de la constante interválica deseada, que
independientemente de que se esté interesado, o no, en ella, se va a
producir. Son cuatro importantes conceptos que nos permitirán con mayor
perspicuidad, el dar cauce al canon estilístico con el que pretendamos
definir nuestra posición estética.
*De entre las 1.785 escalas practicables en el sistema temperado.
• En
mis ocho Sinfonías han estado presentes estos cuatro elementos:
escalísticos, motívicos, de micro-organización interna y formales*. La Primera, Segunda y Tercera Sinfonías, centraban sus técnicas de organización y control en las relaciones acórdico-escalísticas de la Armonía en el Ciclo Cerrado de Cuartas y de la Escalística en Variantes de Base, presentando distintas opciones formales. La estructura formal Adbec aparece plenamente en la Cuarta Sinfonía,
en la que su aplicación fue textual precisamente por tratarse de una
sucesión
estricta, lo que correspondía al espíritu neo-minimalista que deseaba
manifestar excepcionalmente en ese momento, tal y como se evidencia en
su estudio; la repercusión de esta sinfonía en mi catálogo fue que la experiencia
de su composición supuso un giro muy ostensible, y ello dejó una huella tangible en
las organizaciones contrapuntísticas que le siguieron, aunque
distanciadas ya de su propuesta formal y de su estética neo-mínimal. De
modo que en la Sexta Sinfonía y, por extensión, en la Séptima y Octava, junto a las técnicas armónico-contrapuntísticas ya citadas, sigue concretándose el Adbec aunque ya no tratado como estructura final, pues verá perturbada su disposición
de acuerdo a las características de la materia resultante que genera su
propia aplicación. A este respecto, la Quinta Sinfonía ocupa un lugar muy relevante por tratarse de la transición y puente entre ellas, recibiendo y proyectando parte de las reflexiones de una y otras.
*Como
fue en el pasado y se nos transmitió a través de las obras de los
grandes maestros, cuyas escalas, control armónico, construcciones
contrapuntísticas y organizaciones formales, fueron capaces de atravesar
las distintas corrientes estéticas, gracias a la creatividad y
discernimiento de sus creadores para aplicar las innovaciones precisas
que permitieran el afloramiento de nuevos cánones estilísticos y, con
ello, que los cambios necesarios se produjeran. La evolución no precisa
del abandono de las técnicas, sino su adecuada transformación que
facilite nuevas prestaciones en la obtención de renovados planteamientos
estéticos. La renuncia a la aplicación de estos controles de organización solo puede
atribuirse a una mala digestión de las vanguardias históricas.
• Todos los ejemplos expuestos tienen como objetivo el mostrar de forma muy detallada
las aplicaciones de las técnicas empleadas y su adecuación a situaciones
diversas, pero en donde el canon estilístico y la ideación del discurso han
sido siempre privativos del compositor, pues ninguna técnica, sistema armónico,
escalístico o formal, puede garantizar, por sí misma, unos mínimos resultados
que avalen la bondad de la creación musical resultante de su aplicación, pero
es una importante herramienta con la que puede contar el compositor, capaz de
coadyuvar a la consecución de una efectiva organización y control de su
discurso (de la Introducción de Lêpsis, vol I).
* * *
*
El
concepto de minimalismo, en principio definido como "reducción del
producto artístico a sus determinantes básicos", tanto simple como en
estructuras de repetición, tuvo su reflejo más genuino en representaciones
perfectamente válidas para la pintura y la escultura, pero pronto mostró su incapacidad
para manifestarse en la música en cuanto a tales repeticiones, si exceptuamos
el precedente involuntario de las Vexations de Erik Satie; no obstante, encontró su aplicación
más genuina a través de la extensión del concepto mínimal, tanto en las artes
plásticas como en la música, a las estructuras de progresión,
en donde la evolución debía producirse siempre según una razón discontinua, sin
la textualidad de la progresión que hiciera prever cada desenlace, pues esto le
supondría una pérdida considerable en cuanto a la cantidad de información a
transmitir.
En ese espíritu se inscribe "El
Laberinto de Lorna", manteniendo la idea de minimalismo tan solo en cuanto a sus estructuras formales de repetición, pero en vez de partir de motivos simples y, en
ocasiones, elementales en exceso, como son características de esta corriente estética, el punto de partida en ella es ubérrimo, y su
configuración, de perfil sinfónico.
* * *
*
• La
composición se realizó en una fase previa sobre seis pautas para su mejor control, y de este modo ser posteriormente trasladada a la partitura final con mayor independencia para su disposición en los diferentes grupos orquestales. Su estructura formal es en Adbec* [(a,b,c)(a,d,b,e,c)(a,f,d,g,b,h,e,i,c)…] y su aplicación es textual, precisamente por tratarse de una sucesión estricta como corresponde a ese espíritu minimalista. En mi Sexta Sinfonía y, por extensión, en la Séptima y Octava, el Adbec ya no supone la estructura final, pues verá perturbada su disposición de acuerdo a las características de la materia resultante que genera su propia aplicación. A este respecto, la Quinta Sinfonía supondrá un lugar de transición y puente entre ellas.
*Con exposición completa en mi tratado Lêpsis, vol. I, o también simplificado y
esquemático, en el Epítome IV de este blog.
• A1 Sección I: Su plan se inicia con
la determinación de los módulos "a b c", para constituir la primera sección. Cada módulo está dotado en las primeras secciones, de un elemento característico que se mantendrá en las sucesivas apariciones a lo largo de toda la Sección:
• A2 Sección II:
Se genera con la inserción, entre los módulos anteriores contiguos, de otros
que en lo posible mantendrán asimismo las características diferenciadoras y
contrastantes, de modo que nos permita disponer de la
secuencia "a d b e c":
• A3 Sección III:
Procediendo de forma semejante, construimos los módulos que constituirán la Sección III "a f d g b
h e i c":
• Respecto a la recurrencia de los módulos de las sucesivas
secciones en su traslación a la partitura orquestal, no se prioriza el mantenimiento constante de su textualidad en todos
los casos, pues, aunque posible en determinadas circunstancias, en general se
harán aconsejables las modificaciones suficientes para su conveniente adaptación
a los módulos anterior y posterior, y a la sección a la que pertenecen, en la
cual, las modificaciones entre los módulos que coexisten presentan con
razonable flexibilidad, una cierta constante de proporcionalidad; y hasta, con
frecuencia, sus mutaciones se llevan a cabo por un simple principio de
variedad. Su posterior adaptación
a la orquesta podrá brindar un amplio margen de disposiciones que permita tanto
operar con la diversidad requerida como, también,
el que la complejidad de su contenido aconseje posteriormente reexposiciones más textuales. Aquí podemos comprobar su materialización en la Sección III:
• Del mismo modo se procedió con la Sección IV A4 …
… y un fragmento de su inclusión en la partitura orquestal (del manuscrito) …
… y, por último, con la Sección V A5, de la que expondremos su contenido previo completo en el que intervienen todos los materiales que constituyen el primer movimiento, en su orden prestablecido …
… y su posterior disposición final en la partitura orquestal:
(tr= transición)
• La distancia entre secciónes dependerá siempre de lo que aconseje el devenir del propio discurso, como por ejemplo observamos en estos dos fragmentos de mi Cuarta (ejemp. A) y Quinta (ejemp. B) Sinfonías, cuya distancia está señalizada por una flecha: